En estos momentos por los que atraviesa la economía mundial, todos nos vemos afectados de una u otra forma, como empresarios, emprendedores, trabajadores, consumidores…, y es en estos momentos, en los que se hace necesario tomar las medidas oportunas para seguir adelante y mantener los costes a raya.
Muchas empresas ante la disminución de la demanda, se han visto obligadas a tomar una decisión dolorosa pero inevitable, que es la reducción de la plantilla. Ninguna pyme desea llegar a esta situación y tener que prescindir de personas que han estado junto a nosotros trabajando duro y que ahora no se les puede pagar su sueldo por falta de pedidos. Pero la realidad es así de injusta y cruel.
Ahora parece que quien más quien menos, empieza a ver que se ha tocado fondo y que más no se va a retroceder, si bien el crecimiento inicial será moderado, al menos por el momento.